El PP quiere que la norma se aplique al comienzo del próximo año fiscal, el 1 de enero de 2013
El Gobierno del PP quiere resolver la cuestión del mecenazgo privado de la cultura y establecer el trato fiscal que garantizaría su efectividad; una vieja asignatura pendiente -nunca satisfactoriamente resuelta que ahora, en el contexto de los recortes presupuestarios y el fin de las subvenciones, aparece como una tabla de salvación. Para que "el abrazo brutal y despiadado de la crisis no ahogue ni frustre el talento que hay en España", el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, ha anunciado que antes del verano, o como mucho en otoño, habrá una nueva ley del mecenazgo y, citando al pensador francés Marc Fumaroli, ha asegurado que quebrará el "monopolio que detenta el Estado desde la segunda mitad del siglo XX".
La comisión delegada de Asuntos Culturales, que preside la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, tiene previsto aprobar el miércoles el borrador del proyecto de //Ley de Participación Social y Mecenazgo//, que entre otras cosas aumentará considerablemente el porcentaje de desgravación por inversión en la cultura. Tanto si se aprueba en junio como si se hace en septiembre, la intención es que la ley pueda aplicarse a partir del comienzo del próximo año fiscal, el 1de enero de 2013. La norma contempla la creación de un Consejo Estatal de Mecenazgo.
La ley 49/2002 que actualmente regula el mecenazgo permite a los particulares desgravar hasta un 25% de IRPF de lo aportado a instituciones artísticas; en el caso de las empresas, la parte del impuesto de sociedades devuelta llega hasta el 35%. El modelo francés, aprobado en 2004, y citado hoy por Lassalle en su conferencia en La Pedrera, contempla desgravaciones de entre el 60% y el 70%, lo que ha permitido al país vecino pasar de una recaudación de 150 millones de euros en 2004 a 683 millones en 2011.
La ley 49/2002 que actualmente regula el mecenazgo permite a los particulares desgravar hasta un 25% de IRPF de lo aportado a instituciones artísticas; en el caso de las empresas, la parte del impuesto de sociedades devuelta llega hasta el 35%. El modelo francés, aprobado en 2004, y citado hoy por Lassalle en su conferencia en La Pedrera, contempla desgravaciones de entre el 60% y el 70%, lo que ha permitido al país vecino pasar de una recaudación de 150 millones de euros en 2004 a 683 millones en 2011.
No ha querido, sin embargo, Lassalle desvelar qué porcentajes de desgravación fiscal contempla el proyecto de ley que aprobará el miércoles el Ejecutivo, lo que permite sospechar que Hacienda --como ha hecho en todos los intentos de articular el mecenazgo anteriores-- está presionando a la baja para quedar lejos del modelo francés. Una sospecha que más de uno de los presentes hoy en La Pedrera han hecho pública, como el consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell que ha alentado a "no hacerse ilusiones" porque, ha asegurado, todos los intentos anteriores han chocado con la negativa del correspondiente ministro de Hacienda.
A lo largo de su conferencia, titulada //Cultura de mecenazgo y participación social//, Lassalle ha insistido en que el mecenazgo "no persigue privatizar la Cultura" porque sólo se concibe como "un
instrumento complementario y nunca sustitutorio de la labor de las administraciones públicas". La futura ley, ha explicado, no sólo se dirige a las corporaciones y las grandes fortunas, sino que también
busca la complicidad de los ciudadanos de a pie con la creación cultural, para los que podría crearse la figura del "micromecenazgo", que permite que las personas físicas disfruten de deducciones fiscales.
A lo largo de su conferencia, titulada //Cultura de mecenazgo y participación social//, Lassalle ha insistido en que el mecenazgo "no persigue privatizar la Cultura" porque sólo se concibe como "un
instrumento complementario y nunca sustitutorio de la labor de las administraciones públicas". La futura ley, ha explicado, no sólo se dirige a las corporaciones y las grandes fortunas, sino que también
busca la complicidad de los ciudadanos de a pie con la creación cultural, para los que podría crearse la figura del "micromecenazgo", que permite que las personas físicas disfruten de deducciones fiscales.
(fuente: El Pais)
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